Ayúdame

  

            
                 AYÚDAME
¡Ayúdame! ,¡Ayúdame por favor te lo pido!
grité anoche desesperada,
de pie frente a la ventana
mirando fija al cielo estrellado,
haciendo sollozos
con la cara llena de lágrimas,
Bajé la cabeza
con la mirada pérdida
y fijada en el suelo
mientras una y otra vez gritaba
¡ayúdame te lo suplico!
repetidas veces sin dejar de llorar
cerrando los puños
a la vez que negaba con la cabeza.
Puse mis manos abiertas
tapando toda mi cara
intentando secar esas lágrimas,
en aquel silencio de la noche
dónde todo el mundo duerme
y yo no concilio el sueño.
Sentada en el suelo
sin saber ya como suplicar,
tan grande era el nudo
que tenía en la garganta
que ya no me salía ni la voz,
¡ayúdame porque yo ya no puedo más!
mi voz era cada vez más apagada
mis ojos estaban ciegos
inundados de tantas lágrimas
y solo sentía recorrer en mi piel
una leve corriente de aire frío,
pero otra vez de mis labios
se volvió a escapar un susurro
¡ayúdame,solo te pido eso!,
con los brazos entrelazados
sientiéndome hundida
en el más infinito
avismo de la tristeza,
llena de pensamientos pésimos
y vacia de motivación
con el alma oscura
con la vida apagada de ilusión
otra vez volví a susurrar
¡ayúdame dame fuerzas para continuar!.
Y así sentada con la cabeza
echada sobre la pered,amanecí,
con la mirada turbia,
un poco más desahogada
ajena a todo lo que me rodeaba
mientras los primeros claros de luz
resaltaban por la ventana
y ahí en ese momento entendí
que mis súplicas eran en vano,
que no había ningún Dios
para tenderme su mano,
pero también entendí 
que el sol aunque esté nublado
siempre está ahí,
que la vida transcurre,
que las personas viven sus vidas,
de que todo es un váiven,
y de lo bien que me vino
derrochar aquellas lágrimas,
y fué cuándo me dije a mi misma
¡Gracias mundo por nada!
pero hoy me siento
un poco mejor.